Mayo
ha unido a miles de jóvenes (y no tan jóvenes) aficionados a la informática en
Xuventude Galicia Net. Los ordenadores y las conexiones rápidas a Internet
actúan como pegamento entre ellos para sacarle el mejor partido posible a estos
tres días de actividad frenética. Algo similar ocurre en la ciencia, que
aprovecha la capacidad conjunta de cientos o miles de ordenadores para avanzar
en el conocimiento, considerándose actualmente como el tercer pilar de la
ciencia (junto con la teoría y la experimentación). Los ordenadores se utilizan
para analizar la información que se obtiene de los instrumentos de laboratorio
o de las grandes infraestructuras como telescopios o aceleradores de partículas (como
el famoso LHC que nos ha traído evidencias experimentales de la tan perseguida “partículade Higgs”). Pero también para computar, es decir, para calcular por números la
solución de un problema descrito utilizando matemáticas. Muchos de los
problemas científicos de hoy en día necesitan hacerlo de esta forma para poder
encontrar una solución. En ese caso, a los ordenadores también se les llama
computadores o, cuando son muy grandes, supercomputadores. Pero ¿qué quiere
decir que un computador es muy grande?
Dos
veces al año, los grandes computadores o supercomputadores se clasifican en una
lista llamada top500, en la que se incluyen los 500 computadores más potentes
del mundo, de ahí su nombre. Para clasificarlos se utiliza una medida (flops, del inglés Floating Point Operations per
Second) que indica el número de
operaciones aritméticas básicas (suma o multiplicación) que puede hacer en cada
segundo. El último top500 está encabezada por un supercomputador americano
llamado Titán que es capaz de juntar 560.649 procesadores (cantidad asombrosa,
pero que se queda corta frente al segundo de la lista, con 1.572.864). Trabajando conjuntamente, estos centenares de
miles de procesadores son capaces de calcular más de 17 mil billones de
operaciones por segundo (en concreto, 17.590.000.000.000.000). ¡Asombrosa
cantidad! Los humanos también sumamos o multiplicamos fácilmente, pero quizá no
tanto. Por ejemplo, si queremos sumar dos más dos, gracias a las tablas que
memorizamos de niños, obtendremos rápidamente la solución de cuatro. Pero ¿y si
los números no son tan sencillos? Por ejemplo, queremos sumar el precio de dos
artículos de nuestra lista de la compra: 3,84 Euros de un aceite de oliva más
1,23 de una bolsa de cacahuetes. Probablemente nos llevará algo más de un
segundo. ¿Y si le añadimos más cifras a los números que queremos sumar? Lo que
nos ocurre es que necesitaremos todavía más tiempo.
La
magia de los computadores es que les da igual sumar dos más dos que 3,84 y
1,23. Para ello, en vez de representar los números con cifras entre 0 y 9, cada
posición solo puede tener dos valores (0 ó 1). Lo que llamamos bit. El número 4
se escribe como 100, 5 como 101, y así sucesivamente. Internamente, los
computadores utilizan frecuentemente 64 bits para almacenar los números con
decimales, aunque de una forma algo más compleja: de los 64 bits, uno se dedica
a saber si el número es mayor o menor que cero y el resto se divide entre la
mantisa (la cifras significativas del número, en el caso de la botella de
aceite 384, ó 110000000) y el exponente (que indica donde se ha de poner la
coma). Utilizando esta sencilla representación, los computadores son capaces de
hacer las operaciones aritméticas básicas de forma eficaz y a una velocidad
constante. Pero nada es gratis. Así, Titán consume 8,3 Megavatios de electricidad,
tanto como una ciudad pequeña con más de 2.400 viviendas.
¿Podemos llegar a comprender lo rápido que es
Titán cuando suma? Supongamos que nosotros pudiéramos hacer una suma cada dos segundos
(¡Qué ya es rapidez!). Para hacer las 17.590 billones de operaciones aritméticas
que Titán realiza en un segundo, nosotros necesitaríamos ¡63 millones de años!.
Un poco más, y tendríamos que empezar a sumar caminando entre dinosaurios.
P.E.: Nadie está libre de error y menos cuando se utiliza mal la calculadora. Realmente, para hacer las operaciones que hace Titán en un segundo en 63 millones de años, tendríamos que hacer 8,8 operaciones por segundo.
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