sábado, 1 de febrero de 2014

Enmarañados


El transporte es uno de los pilares de la sociedad contemporánea. También es imprescindible para la comarca. Así es lógico que Teo reclame las conexiones metropolitanas pactadas. O que el Aeropuerto de Santiago incremente las conexiones internacionales. Pero mover cosas o viajar lleva tiempo. Y el tiempo también cuenta. Como soñar no cuesta, muchos pensarán que llegará un día en donde el transporte se podrá hacer como en las películas de Star Trek: ¡Teletranspórtame!. Aunque por el momento no hay evidencias científicas de que podamos hacerlo. ¿O sí?

En realidad existe una técnica que se ha llamado teletransporte, aunque en la actualidad está muy alejado del transporte de cosas a distancia, haciéndolas desaparecer de un sitio para aparecer misteriosamente en otro. Lo que se puede teletransportar en la actualidad es el estado de una partícula, esto es, una determinada combinación de las diferentes posibilidades de una propiedad de esa partícula, para imponérselo a otra del mismo tipo. Es decir, solo se puede transportar información.

Para poder hacer este teletransporte, lo primero que se necesita es generar un par de partículas entrelazadas. Para entender cómo se comporta este par, imaginemos dos gemelos idénticos y un poco graciosos. Cada uno tiene dos pelucas, una morena y otra rubia. Pero con la salvedad de que cuando uno utiliza la peluca morena, el otro la lleva rubia. Los enviamos a dos lugares diferentes. Al primero que llega, la persona que le está esperando le ordena que se ponga la peluca rubia. El segundo gemelo, mágicamente, antes de bajarse de su vehículo, se pondrá la peluca morena para reunirse con la persona que le está esperando. Desafortunadamente, como no sabemos si ya venía con la peluca morena puesta o se la ha cambiado durante el viaje, no podemos utilizar este truco para transportar información de forma directa.

Utilizando estas partículas entrelazadas que se han separado y están en sitios diferentes, ahora es posible teletransportar el estado  de una tercera (que no la partícula) entre esos dos lugares. Para ello, la entrelazamos con una de las anteriores. Para una propiedad que tenga dos posibilidades, existen cuatro formas diferentes de entrelazarse y que además están relacionadas con el estado original de esta tercera partícula. Midiendo, se puede saber cuál de las cuatro ha tenido lugar. Esta información se transmite por medios ya convencionales al lugar en donde tenemos la otra partícula del par entrelazado original y la podemos utilizar para imponerle a ésta última el estado que tenía la tercera.

El teletransporte de Star Trek, por tanto, sigue siendo todavía Ciencia Ficción.

REFERENCIAS INTERESANTES:
  • En inglés y bastante técnica, la publicación seminal sobre el teletransporte de 1993.
  • También en inglés. Teletransporte entre las islas de Tenerife y La Palma (143 KMs). Si no tienes acceso a la revista, se puede encontrar en Arxiv.org
  • Seguimos en inglés. El primer experimento que confirmaba la teleportación.
  • Una propuesta para teletransportar energía, no sólo información.